Fundamentos de Análisis y Diseño Estructural para estudiantes de Arquitectura

Fundamentos de Análisis y Diseño Estructural para estudiantes de Arquitectura

Las bóvedas de claustro pueden combinarse de manera sencilla con bóvedas de cañón, permitiendo cubrir superficies rectangulares. En estos casos, las fuerzas de compresión en las aristas, que alcanzan su máximo en la clave, como se ha descrito, deben ser absorbidas por un elemento de presión que se extiende longitudinalmente en la clave de la bóveda de cañón. Las bóvedas de claustro también pueden compuestas por la intersección de un número arbitrario de bóvedas de cañón. De esta forma se crean bóvedas de claustro cuyo perímetro consta de un polígono regular con un número arbitrario de lados, por ejemplo, una bóveda de claustro con una planta octogonal. La "cúpula" de Santa Maria del Fiore en Florencia de Filippo Brunelleschi (1377-1446) es el ejemplo más famoso de una bóveda de claustro con una planta de este tipo octogonal. La estructura consiste en dos bóvedas de mampostería: una exterior, que tiene solo 0.58 m de grosor, y una interior con un grosor variable entre 2.40 m en la base y 2.10 m en la parte superior. Las dos bóvedas están conectadas por 8 costillas verticales en el área de las aristas, y por 16 costillas horizon tales adicionales intermedias. El grosor total de la bóveda es de aproxi madamente 4 m.

Figura 87

Cúpulas con arcos radiales ajustados a las cargas externas. Desde el punto de vista de la estructura portante, el término cúpula se reserva para cubiertas con planta circular y elíptica. Una estructura de este tipo puede ser entendida como una bóveda de claustro compuesta por un número infinito de superficies y aristas. La anchura de las superfi cies se vuelve infinitesimalmente pequeña, de modo que los elementos portantes tienden hacia una serie infinita de arcos radiales dispuestos. Así, las cúpulas son superficies de revolución con arcos radiales como líneas generatrices y anillos horizontales circulares o elípticos. Para ilustrar mejor el comportamiento estructural de las cúpulas, podemos represen tarlas mediante un número finito de arcos y anillos (Figura 87). Los arcos individuales soportan las cargas que actúan sobre su superficie. La inten sidad de las fuerzas internas que actúan en estos arcos se puede determi

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