¿Cómo promover las habilidades del siglo XXl en trabajos grupales durante la formación docente?

2.1 Conformación de grupos

Una vez que hemos conceptualizado lo que es el trabajo colaborativo y sus implicancias para los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como también el vínculo que posee con ciertas habilidades, parece natural revisar aquellos aspectos que se relacionan con la conformación de grupos de trabajo, en tanto la colaboración demanda la interacción entre individuos. Como en cualquier actividad humana que aspira a ser desarrollada a través de la colaboración, el trabajo en contextos educativos (sean estos en educación escolar o superior y, en consecuencia, entre niños, niñas y adolescentes, o bien, entre adultos) requiere tener en cuenta una serie de consideraciones que inciden directamente en la manera en que se organizan los y las estudiantes. Tales consideraciones refieren a elementos de carácter práctico (por ejemplo, la disposición física del espacio), así como también a criterios que poseen una relevancia más profunda (por ejemplo, una mirada inclusiva en la composición de los grupos). En ese sentido, los siguientes son algunos de los puntos que parece relevante tener en cuenta al momento de conformar grupos con el propósito de fomentar el trabajo colaborativo. Si bien una posible clasificación de los tipos de grupo puede estar condicionada por distintos factores o criterios (cantidad de personas que lo conforman, grado de heterogeneidad de sus integrantes, niveles de experiencia respecto a una temática específica de cada individuo, etc.). Johnson et al. (1991, citados en Barkley et al., 2007) sugieren una posible categorización y distinguen a los grupos informales, formales y básicos. Fundamentalmente, esta clasificación responde a la extensión de la tarea (corto, mediano y largo plazo, respectivamente), a su demanda (tareas Tipos de grupos

breves y simples, en el caso de las informales, las que progresan a actividades más complejas y con distintos momentos) y, en consecuencia, a la estabilidad de integrantes por cada grupo (mientras que en las informales puede haber un cambio permanente de integrantes, incluso entre una clase y otra, en las básicas se espera que un mismo equipo se mantenga, inclusive, a lo largo de un semestre). Por su parte, Messetti et al. (2016) puntualizan en la presencia de distintas escalas de grupos dentro de una misma sala, de acuerdo al tipo de interacción (docente-estudiante y estudiante-estudiante), y al momento de la clase en que se espera definir a uno o varios grupos: el grupo pequeño, el cual fomenta la comunicación y el trabajo entre pares en pos de una tarea específica; el intragrupo, el cual aparece al momento de realizar puestas en común y discusiones en torno al trabajo realizado al interior de los grupos pequeños, siendo estas mediadas y dirigidas habitualmente por el o la docente, y pudiendo tener representación cada grupo por parte de uno o más integrantes; el gran grupo, el que se manifiesta en cualquier momento en que el o la docente interactúa con la totalidad de los y las estudiantes de forma grupal o individualmente. A pesar de que existen investigaciones (Hill, 1982; Kagan, 1993; Lou et al., 2001; McCrorie, 2006; Shimazoe y Aldrich, 2010; Laughlin, 2011; Corrégé y Michinov, 2021) que sugieren la cantidad apropiada de integrantes que debe tener un grupo, el número dependerá de diversos factores: algunos prácticos (espacio y materiales disponible, mobiliario, entre otros) y otros situados en la naturaleza misma de la tarea (propósito, duración, resultado esperado, entre otros). Al margen de lo anterior, es posible mencionar que, en discusiones breves, en el inicio de cierta actividad o en tareas específicas de corto Número de integrantes por grupo

25

Made with FlippingBook - Online Brochure Maker