¿Qué es y cómo evaluar una innovación educativa?
¿Cómo interpretar los resultados? El instrumento busca propiciar una revisión crítica de las diferentes dimensiones que conforman una experiencia innovadora, tanto en cada ámbito en particular, como a nivel global. La toma de decisiones dependerá de la revisión de esos criterios aplicada a los contextos específicos. No hay buenas o malas decisiones en sí, sino beneficiosas o no para el marco social y cultural en que se desarrollan. Los niveles de desarrollo pueden sugerir la dirección de los cambios, pero cada experiencia debe dirigir esos cambios de acuerdo a su propia realidad. otros aspectos del proceso. Si el objetivo de la innovación no es mejorar el aprendizaje, es posible que el instrumento simplemente no aplique a la innovación. Si la experiencia busca mejorar aprendizajes y algún componente se halla en nivel 0, será necesario hacer ajustes. Si es en la fase de diseño, se sugiere tener a la vista todos los otros componentes, visualizando los niveles 2 o 3 como puntos de llegada. Si se encuentra en fase de implementación, quizá sea necesario detenerse, analizar la contingencia y ver la forma menos riesgosa de incorporar modificaciones antes de cerrar la experiencia. Si está en fase de cierre, un nivel 0 será una señal de alarma para evaluar la continuidad de la experiencia, y los cambios que sería necesario incorporar para lograr los efectos deseados en próximas versiones.
Como la innovación es un cambio respecto de un “estado anterior de las cosas”, es necesario identificar ese “estado de referencia” antes de aplicar la rúbrica. Ese estado de referencia puede ser la forma usual de enseñar en la facultad o la versión anterior de un curso. Realizar esta reflexión ayudará a pensar por qué estamos incorporando una innovación, qué es lo que es necesario cambiar y para qué. Si cualquiera de los componentes evaluados se halla en un nivel 0, es posible que se esté ante el riesgo de no lograr efectos positivos en el aprendizaje de las y los estudiantes. En este punto, entonces, será necesario preguntarse si la experiencia busca generar efectos en el aprendizaje o mejorar
Si alguno de los componentes o la mayoría de ellos se halla en un nivel 1, es posible que la experiencia constituya una mejora y no una innovación pedagógica, es decir, una actualización que no modifica profundamente la relación de aprendizaje y enseñanza. Si ese es el caso, un componente en este nivel no debe considerarse como “deficiente”, sino en proceso. Una mejora es beneficiosa, aunque no cambie significativamente el entorno. Para constituirse como una innovación, debe haber
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